jueves, 26 de enero de 2012

Stroom-corriente




La luz anunciaba una soleada mañana en este invierno tibio,
límpida, entrando por la ventana.

Los días suceden el uno al otro, en casa la primavera lleva instalada dos años y
la ropa de cama guardada en el baúl, retiene el olor del tiempo, tibia tierra.

Parece que fue ayer cuando el rítmo de tu andar era a cuatro tiempos, dos manos, dos pies.

Ahora parece un retumbe de tambores, alegoría y fiesta, todo el día, todos los días- bendición.

Tierna flor sembrada sobre la raíz de un fuerte roble, caminas sobre los pasos de papá y sin embargo me recuerdas tanto a mí.

Entras a la sala, estoy ocupada con alguna de esas cosas vulgares y cotidianas que me distraen de lo mágico.

Llamas mi atención golpeando sobre el piso la abeja con ruedas que ahora usas como bastón.

Aparece ante mí una hada, no me preguntas pedir un deseo, pero yo lo pid y te vuelves agua, te vuelves río, es tu corriente que me lleva a un océano tibio en donde las orillas desaparecen. Interminable.

En un segundo pareces eterna, te quiero eterna, click, esta es la única manera.

Tu mamá.